“Escribo libros para heterosexuales de sangre caliente. Libros para ser leídos en el tren, en el avión o en la cama”. Con una poética tan escasamente elevada, el escritor británico — y ex-espía — Ian Fleming creó uno de los mitos esenciales de la cultura popular del siglo XX. Sofisticado, seductor, elegante, violento, implacable y sinvergüenza, el agente 007 paseó — y, eventualmente, utilizó — su licencia para matar en una serie de trepidantes novelas, apreciadas por el mismísimo John Fitzgerald Kennedy, que no tardaron en ser llevadas a la gran pantalla generando una de las sagas más populares del moderno cine de acción. Con los sucesios rostros cinematográficos de Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton y Pierce Brosnan, el perfecto héroe pop inmortalizó un universo creativo poblado de supervillanos megalómanos, despampanantes chicas Bond, letales ingenios tecnológicos y automóviles último modelo. Este libro aborda el mito Bond sin olvidar ninguna de sus ramificaciones, demonstrando que, para la afortunada creación de Ian Fleming, el mañana nunca muere.